Y el rock aun no era pasado
Los gritos eran el momento
Sucuchos de colores crudos
Albergaban la promesa
Y las guitarras te entraban al cuerpo
No había deseo de echarlas
El salto, el sudor y la risa
Al salir quizás había miedo
Pero nunca resignación
Y un par de billetes
No siempre servían para comprar ese sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario